Nuevos mercenarios de la CIA

 Arthur González

Es común en estos tiempos conocer revelaciones de hechos y actos  planificados y ejecutados por la CIA en cualquier país del mundo, a  partir de las desclasificaciones que se realizan en Estados Unidos que dejan boquiabiertos al más flemático de los mortales.LOGO CIA-ARCHIVO

Por esa vía se han conocido cientos de planes de asesinatos contra  líderes extranjeros, inducción a revueltas populares para derrocar gobiernos no afines a los norteamericanos, hasta las más recientes declaraciones de Edward Snowden sobre el espionaje a nivel mundial que  ejecutan los Servicios de Inteligencia de Estados Unidos contra  presidentes, figuras públicas, empresarios y todo lo que le brinde oportunidades informativas al gobierno norteamericano.

En esa misma línea de acción se encuentran los planes para subvertir el orden interno en Cuba, a través de múltiples programas de Acción Encubierta elaborados por la CIA, especialmente con la creación, financiamiento, entrenamiento y dirección de los llamados grupos  disidentes en la Isla, los que son producto del trabajo que  desarrollan los funcionarios diplomáticos norteamericanos ubicados en  La Habana, algunos de ellos oficiales de la CIA.

Como parte de sus planes, la CIA le orientó a uno de sus asalariados durante una reciente visita a Miami, la orgEstadoSATS-270x300anización de una actividad provocativa el 10 de diciembre para “celebrar” el día internacional de los derechos humanos, asegurándole una amplia divulgación en los  medios de prensa y las redes sociales. El susodicho es Antonio González-Rodiles con el proyecto Estado de SATS.

Para la actividad se convocaron a varios asalariados con el fin de montar un show contra el gobierno cubano, respaldado por campañas mediáticas desde Estados Unidos y países aliados, contratando además a neo mercenarios latinoamericanos, con el propósito de darle un viso de apoyo internacional al hecho y sustancia a la cruzada propagandística, algo bien conocido por los  documentos desclasificados.

En esta ocasión fueron dos jóvenes argentinos militantes del PRO, uno  de ellos con cierto reconocimiento en su país luego de ser agredido en una fiesta por ser homosexual, a principios de este año.

Por ser estos dos jóvenes argentinos poseedores de una visa de turismo que solo les permite actividades de placer y recreo, al ser detectados por las autoridades competentes violando sus condiciones de estancia en Cuba, fueron conducidos a la Policía de Inmigración y reembarcados  hacia Argentina.

Muchos países latinoamericanos como Chile, le informan a los turistas que ingresan a su territorio la prohibición de ejecutar actividades diferentes al visado que respalda su internamiento, incluso la de llevar a cabo actos contra países con los cuales Chile tiene  relaciones amistosas.

Sin embargo, en línea con todo el montaje preparado por la CIA y otras agencias gubernamentales norteamericanas que trabajan contra Cuba, el jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri, al conocer el reembarque de  los dos neo mercenarios argentinos declaró: “Justo cuando cumplimos 30 años de democracia en la Argentina y todo lo que significa la importancia de vivir en democracia. Estos jóvenes con entusiasmo fueron a un seminario de derechos humanos en Cuba. Bastante  testimonial el tema porque de derechos humanos ahí no hay nada. Fueron  con toda su intención de plantear un debate de ideas”.

O sea que hacer cumplir las leyes de un país a personas pagadas por organizaciones norteamericanas, para el Sr. Macri es no tener derechos humanos.

Si la gente conociera el memorando confeccionado por Arthur Schlesinger, el 8 de mayo de 1961, cuando era asistente especial del presidente de Estados Unidos, dirigido al Subcomité de acción política  de la Fuerza de Tarea Cubana, archivado en la biblioteca Kennedy y  publicado en el Volumen X, Cuba 1961-1962 Foreign Relations del  Departamento de Estado, pudiera darse cuenta que la política  norteamericana contra la revolución cubana es inamovible, pues en el mismo se plantea que: “Nuestra misión es redefinir el conflicto en Cuba, de modo que haga cambiar la opinión pública no solo en este  hemisferio, sino también en Europa, África y Asia.

Bajo este principio se van dibujando las campañas de prensa contra Cuba, distorsionando, mintiendo y desinformando. Si alguien quiere comprobarlo indaguen con los dos jóvenes argentinos para que cuenten quienes le pagaron los billetes de avión y le dieron el dinero para  alojamiento y alimentación.

Así podrán comprobar cómo se fabrica a los neo mercenarios.


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